30 May
30May

Consumo racional

Es aquel que el mercado realiza dando máxima importancia a características intrínsecas de un producto. Se trata de todo aquello que uno compra para vivir, para su día a día. “Si se hace una correcta planificación de las compras y se puede evitar comprar con urgencia, es posible ahorrar en este punto”, señala. Pone como ejemplos, por un lado, la ropa si usas un tipo de ropa que vale para cualquier temporada y que puedes adquirir en cualquier época del año, lo lógico es esperar a las rebajas o a que haya promociones” y la alimentación “la mayoría de los supermercados hacen promociones que, estudiadas convenientemente, pueden suponer el ahorro de bastante dinero”. Vela señala que “hay muchos elementos de compra habitual que, adquiridos por necesidad, pagas al precio de ese día, pero que si se acumulan, por ejemplo, papel higiénico o servilletas, comprados en oferta, pueden llegar a ser más baratos”. “Con una buena planificación te vas a ahorrar bastante dinero”, apunta el experto.

Consumo sugestionado

Quien realiza este consumo le da credibilidad a los anuncios que lee, ve y escucha, y también busca información sobre los productos. Se deja influenciar y realiza compras innecesarias, aunque no de gran tamaño.

Consumo impulsivo/compulsivo

En este caso el consumidor está totalmente influenciado por el anuncio, hasta el punto de verlo y querer de inmediato el producto publicitado. No tiene en cuenta las consecuencias del gasto y de si es mucho o poco dinero. advierte que, con las nuevas plataformas de venta online, este tipo de consumo va en aumento.

Consumo experimental

El consumidor compra productos nuevos y está dispuesto a probarlos y dejar los viejos. Puede ser que cada vez que ve un anuncio nuevo necesite probar el producto que se publicita. No es fiel a las marcas.“En este caso, el consumo tiene que ver con la emoción. Por ejemplo, quieres probar cosas que no has hecho nunca, como una cena experiencia. Aquí la cuestión para ahorrar es plantearse previamente cómo vivir esa experiencia y comparar. 

Consumo indiferente

El consumidor aquí no suele fijarse ni en la marca ni en los anuncios de la misma; solo le interesa que cumpla la función que necesita y, generalmente, que esté a su alcance económico.

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